Detectar la fiebre en un gato puede ser un desafío, pero estar atentos a los cambios en su comportamiento y conocer los síntomas más comunes puede marcar una gran diferencia. Siempre que tengas dudas, lo mejor es consultar al veterinario. Recuerda que actuar a tiempo puede evitar complicaciones y asegurar que tu michi se recupere pronto y con todos los mimos que merece.
¿Cómo saber si un gato tiene fiebre?
Los gatos son expertos en ocultar malestares, y eso incluye la fiebre. Como dueños responsables, es importante aprender a detectar las señales que pueden indicar que nuestro gato no se siente bien. Pero… ¿cómo saber si tiene fiebre?
¿Qué se considera fiebre en un gato?
La temperatura normal de un gato sano está entre 38 °C y 39.2 °C. Se considera que un gato tiene fiebre cuando su temperatura corporal supera los 39.5 °C.
¿Cómo medir la fiebre en un gato?
La forma más precisa es usar un termómetro digital rectal para mascotas. Puede no ser lo más cómodo (¡ni para ti ni para el gato!), pero es la manera más confiable. Si no te animas, lo mejor es acudir al veterinario.
Síntomas comunes de fiebre en gatos
Aunque no siempre son obvios, estos signos pueden ayudarte a sospechar que tu gato tiene fiebre:
- Nariz seca y caliente (aunque esto por sí solo no es definitivo)
- Letargo o cansancio excesivo
- Pérdida de apetito
- Temblores o escalofríos
- Respiración acelerada
- Pelaje erizado o aspecto descuidado
- Agresividad o evasión del contacto
Causas comunes de la fiebre en gatos
La fiebre suele ser una respuesta del cuerpo ante:
- Infecciones virales, bacterianas o fúngicas
- Reacciones a medicamentos
- Enfermedades inflamatorias o autoinmunes
- Golpes de calor
¿Qué hacer si sospechas que tu gato tiene fiebre?
- Mide la temperatura si puedes.
- Mantenelo hidratado y en un ambiente cómodo.
- No le des medicamentos humanos (como paracetamol o ibuprofeno, que son tóxicos para los gatos).
- Llevá a tu gato al veterinario para determinar la causa y recibir tratamiento adecuado.